jueves, 27 de septiembre de 2012

Un salto hacia el vacío

Así que después de ahorrar trabajando de lo que salía, de estudiar inglés y de barajar todas las opciones posibles, he decidido dar el salto hacía el vacío.

Coger mis ahorros para invertirlos en aquello a lo que creo, podría quedarme en casa de mis padres viviendo bien , trabajando de otras cosas, y quejándome por la época en la que me tocó acabar la carrera o podría arriesgarme invertirlos en un máster que me encanta y que creo que puede abrirme puertas. Cambiar de ciudad y compaginar la vida estudiantil con la vida laboral para por lo menos intentarlo.



Puede que salga bien o mal, siempre podré volver a casa, lo que nadie me podrá decir nunca, es que no lo intenté. Deseadme suerte! =)


lunes, 5 de marzo de 2012

Y a veces los dos mundos se entrecruzan

Y de repente estoy ahí. Detrás de un stand viendo como llegan todos mis compañeros a cubrir una noticia. Qué es exactamente dónde me gustaría estar pero no puedo estar.

Y detrás de ese mostrador improvisado hago mi trabajo mientras pregunto por esa oportunidad con la que tanto sueño.

Ellos, los que aún considero mis compañeros, me miran con curiosidad y con lástima. Y cada uno reacciona de una manera diferente.

"Dedícate a otra cosa. Ahí dónde estás estás bien"" dice el más sincero.

"Si todos los periódicos están pensando en cerrar" el más pesimista.

"Ahórrate los viajes, aún te quedan unos años de esperar" el más realista.

"Si quieres pásate a dejar tu currículum para sustituciones o cosas así, aunque los becarios no cobran" el más optimista.

Y en ese momento no me sirve que un entrañable pensionista me haya dicho que dónde estaba mi jefe para decirle que "no te despida si hace un ERE de esos" mientras sonrío pensando que ojalá tuviera un trabajo de verdad para que él pudiera ir a decir eso.

Sólo sientes miedo de dejar de sentirte parte del que creías tu mundo, de ver algo relacionado con tu profesión y ya no saber si perteneces a ellas, si ya pasó la época, si todo lo que has luchado no ha servido para nada. Es en eso en lo que piensas.

Os dejo este vídeo que ellos lo han descrito mejor que yo:
 http://www.youtube.com/watch?v=-HJ7UWkrDTM

martes, 21 de febrero de 2012

Sólo una oportunidad

Y por fin ha llegado el momento. Has conseguido tu sueño te has licenciado, diplomado o graduado de la carrera que siempre habías querido. Así que ahora coges todos tus estudios, experiencia, cursos y lo escribes en  un documento word que se llama currículum. Ese word que tiene que resumir todo lo que has sido, lo que eres y lo que quieres ser.

Y así, el primer día del que parece ser el resto de tu vida, orgulloso de como te ha quedado el documento word tan importante decides mandárselo a todas esas empresas que podrían estar interesadas en trabajar contigo. La primera fase es mandarlo por Internet, pero todo el  mundo sabe que no es lo mismo que presentarlo personalmente. Si te ven puede que les des buena impresión y se decidan a darte una oportunidad.

Por eso, un día coges tu libreta llena de direcciones, tu carpeta con el documento de tu vida y te vistes con tu mejor sonrisa esperando lograr lo imposible: un trabajo. Pero eres realista, encontrar ahora un trabajo es más que complicado, así que después de formular la pregunta:

- Buenos días, ¿Les puedo dejar mi currículum?
- Sí, claro. Gracias.
- Perdona una pregunta, ¿Buscáis becarios?

Sí becarios. Después de haber hecho todas las prácticas de la universidad, aún quieres más, porque prefieres trabajar de lo tuyo sea en las condiciones a trabajar de otra cosa. Porque sólo quieres una oportunidad. Un sueldo mínimo a cambio de muchas horas pero una oportunidad.

Si tienes suerte, puede que te digan que sí y  te citen para una entrevista posterior. Una entrevista de trabajo de las primeras de tu vida.

"Sé que tengo mucha experiencia pero a cambio tengo muchísima ilusión por aprender" es tu frase más repetida y no porque sea un cliché que queda bien sino porque es la pura verdad.

"Pero veo que vives a 10/70/100 km de distancia. ¿De verdad estarías dispuesto a venir todos los días hasta aquí?"

Respiras hondo. Y cuentas hasta diez. Para no decir lo que de verdad querrías decir: "Señor entrevistador, si me he hecho exactamente lo mismos kilómetros para hacer sólo una entrevista. ¿De verdad cree que para mi es un inconveniente venir hasta aquí todos los días? Sí, sería duro o pesado. Pero quiero una maldita oportunidad. He estudiado cinco años mi carrera, llevo ya meses echando currículums y si sé que puede que este puesto no merezca tanto esfuerzo pero necesito tener una oportunidad. Necesito poder demostrar que sé hacer cosas y que sé hacerlas bien. Y seguir aprendiendo. Seguir poniendo cosas en ese papelito llamado currículum de actividades que tengan que ver con mi sueño. Porque si siguen sin darme oportunidades voy a tener que empezar a trabajar de otra cosa. Y ya no sé si algún día pueda volver a sentir que una vez estudié la carrera que quería, que la terminé y que sentía que pertenecía a ese gremio. Así, que por favor no se preocupe si me voy a cansar o no y sólo deme la oportunidad".

Pero sabes que eso le asustaría, que te haría parecer totalmente desesperado. Así que contestas con un simple y directo "No es un inconveniente, sólo busco una oportunidad para tener más experiencia y para aprender".

Y entonces él se levanta, te da su enhorabuena y te despide diciéndote: "Creo que tienes muchas posibilidades. Eres un joven con iniciativa y que se ajusta a nuestro perfil. En caso de que no seas el elegido toma mi tarjeta, cualquier cosa que necesites pídemela".

"Necesito un trabajo, una oportunidad, no una tarjeta más para mi colección" piensas mientras le sonríes.

Porque ya sabes lo que vendrás después ni una llamada, sino un e-mail en el que se te comunica: Lamentablemente hemos encontrado una persona que se ajusta más al perfil que necesitamos. Sin embargo, valoramos tus aptitudes y tus habilidades por lo que pasamos a incorporar tu currículum a nuestra base de datos de recursos humanos a la espera de que podamos ofrecerte otro puesto. Un saludo y gracias por todo".

jueves, 16 de febrero de 2012

Ellos también quieren irse

Hay un grupo en facebook que dice "Si acabas la carrera en España tienes 3 salidas: por aire, por mar y por tierra" y es la pura verdad.

Una vez acabas la carrera tienes dos opciones: la primera seguir estudiando un máster u otra carrera o idiomas mientras intentas encontrar trabajo tirando currículums a diestro y siniestro, y que como mucho (y con suerte), te ofrezcan algún puesto de becario haciendo más horas que nadie y cobrando, también, menos que nadie.

La segunda opción es irte al extranjero. Un futuro mejor. Pero en esta opción son varios los factores que influyen. 

El primero la economía. Si tus padres no se han visto afectados por la crisis o, simplemente, siempre han tenido muchos recursos económicos, irte al extranjero es la mejor opción, sobre todo con la tranquilidad que te aporta irte desde España con alojamiento y trabajo conseguido a base de dinero o de enchufes. 


Pero como todos sabemos, la economía no está en estos momentos como para que todo el mundo pueda permitirse esta opción. E irte al extranjero gastándote tus pocos ahorros en el billete y sin trabajo en un país cuyo idioma no dominas asusta. Aun así, muchos se arriesgan y se enfrentan a sus padres por ese sueño.

La clase media no entiende que haya vivido por y para pagarles una carrera a sus hijos, y que ellos prefieran irse al extranjero para trabajar de cualquier cosa, antes que quedarse en su país a intentar conseguir un trabajo de lo suyo. De aquello que han soñado ser toda su vida.

Pero muchos se arriesgan. A algunos les sale bien y a otros no, pero todos vuelven con los idiomas mejorados. Factor que en el mercado de trabajo actual es muy importante, por eso todo quien puede lo hace.

Pero no podemos olvidar que hay quién no puede, que hay quién tiene que empezar a ayudar a sus padres, que están con 50 años afectados por el ERE de la empresa de turno, por los recortes del estado, o que se han visto obligados a cerrar su pequeña empresa de toda la vida por la crisis. 

Ellos también quisieran irse, echarse la manta a la cabeza y empezar de nuevo. Porque tienen sueños pero también responsabilidades. Sobre todo los hermanos mayores que no pueden negarle a su hermano pequeño el sueño de estudiar una carrera universitaria. 

De estos no hablan los medios, se hartan de hablar de como los jóvenes se van al extranjero, de la fuga de cerebros, pero no hablan de aquellos que quisieran irse y simplemente no pueden hacerlo. Aquellos que, con suerte, acabarán trabajando de cualquier cosa en su país renunciando a sus sueños por ayudar a su familia a seguir adelante.

Y son estos jóvenes los que acabaran sacando el país adelante. Pero es más fácil no hablar de ellos. No admitir que existe una generación de jóvenes que ha tenido que volver a su pueblo,  renunciar a sus sueños, por hacer ese esfuerzo del que tanto hablan los políticos.

Puede que ese esfuerzo les cueste sus sueños de toda la vida. 

martes, 14 de febrero de 2012

Una periodista de la generación perdida

Una día decidí que quería ser periodista tal y como suelo explicar en mi curriculum online http://about.me/aidabanyuls (un poco de autbombo nunca viene mal).

Siempre supe que no sería fácil pero tampoco que fuera a ser tan dificil. Acabar la carrera en plena crisis económica, pertenecer a la generación perdida y tener una familia con poco recursos económicos no es la mejor de las situaciones.

Pero este blog no es para dar pena, ni nada de eso, es para contar realidades. Para contar lo difícil que es optar a una de esas becas que tanto publicita el gobierno, para contar como se aprovechan las empresas de trabajo temporal de la gente con ganas de trabajar y primerizos en esto de buscar trabajo, es para contar las pocas oportunidades que tenemos y como seguimos apoyándonos los unos a los otros, es para contar los sueños, los obstáculos y todo aquello que nos encontramos por el camino.

No quiero hablar de mi, o de lo que me pasa a mi, sino de todo lo que nos pasa a todos.

Porque puede que nos hayan ya bautizado como la generación perdida, puede que lo tengamos muy díficil pero somos jóvenes y sobre todo tenemos ilusión, mucha ilusión por conseguir lograr nuestros sueños.