lunes, 5 de marzo de 2012

Y a veces los dos mundos se entrecruzan

Y de repente estoy ahí. Detrás de un stand viendo como llegan todos mis compañeros a cubrir una noticia. Qué es exactamente dónde me gustaría estar pero no puedo estar.

Y detrás de ese mostrador improvisado hago mi trabajo mientras pregunto por esa oportunidad con la que tanto sueño.

Ellos, los que aún considero mis compañeros, me miran con curiosidad y con lástima. Y cada uno reacciona de una manera diferente.

"Dedícate a otra cosa. Ahí dónde estás estás bien"" dice el más sincero.

"Si todos los periódicos están pensando en cerrar" el más pesimista.

"Ahórrate los viajes, aún te quedan unos años de esperar" el más realista.

"Si quieres pásate a dejar tu currículum para sustituciones o cosas así, aunque los becarios no cobran" el más optimista.

Y en ese momento no me sirve que un entrañable pensionista me haya dicho que dónde estaba mi jefe para decirle que "no te despida si hace un ERE de esos" mientras sonrío pensando que ojalá tuviera un trabajo de verdad para que él pudiera ir a decir eso.

Sólo sientes miedo de dejar de sentirte parte del que creías tu mundo, de ver algo relacionado con tu profesión y ya no saber si perteneces a ellas, si ya pasó la época, si todo lo que has luchado no ha servido para nada. Es en eso en lo que piensas.

Os dejo este vídeo que ellos lo han descrito mejor que yo:
 http://www.youtube.com/watch?v=-HJ7UWkrDTM